martes, 11 de noviembre de 2008

Dad y se os Dará


Cuando alguien presta un dinero, se queda con la pena de “Si le irán a pagar o no”. Mientras el dinero no vuelva, la pena esta allí y aflige. Déjeme hablarle de una clase de préstamo diferente, con garantía de ser pagado con crece de bendiciones; me refiero a darle al pobre…

Recuerdo cuando viví por algunos 15 meses en mi patria Guatemala (Hace 18 años), solía caminar muy a menudo por toda la 6ta avenida de la zona 1 de la ciudad Capital, lo hacía con un lindo propósito; ponía en mi bolsillo muchas monedas de cuarto de quetzal, además me ponía en otro bolsillo un buen poco de billetes e iniciaba así mi recorrido de más de 15 cuadras regalando a los menos afortunados que limosneaban a la orilla de las aceras.

No era mucho lo que daba, pero hacia lo mejor que podía en mis posibilidades, y para ese entonces lo que regalaba era suficiente como para una breve refacción. Aun recuerdo “En vivo color” los ojos de algunos que creían que yo me había equivocado al darles esa cantidad. Hoy en día ya no salgo a esa caminata, pero si me deleito en darle a cada vagabundo que se me atraviesa por el camino; mientras algunas personas se esconden de los limosneros; yo salgo al encuentro de ellos.

En el Presente hago acostumbrados recorridos por casas de ancianos pobres y les llevo una ofrenda (Le llamo La Vía Dolorosa), también les doy una Palabra de fe y hago oración. Además en las navidades y días de acción de gracias suelo salir por las calles de Providence, Rhode Island a buscar vagabundos por las calles para darles un donativo que ayudara a saciar su hambre. Finalmente puedo contar que cada domingo llegan, -vagabundos de diferentes razas y etnias-, llegan a mi Iglesia, y que gozo siento al poder darles a cada uno, cada domingo, para un desayuno o un almuerzo.

La Biblia dice “Dar al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones” (Proverbios 19:17 - NVI)

QUE PUEDO YO DECIR A ESTO: Mí querido Ministro y Siervo de Dios, la Biblia es muy clara al mostrar el corazón de Dios hacia el pobre… tanto que todo lo que demos o hagamos a uno de ellos, Dios mismo promete que nos lo pagará.
Mi consejo Ministerial: Prestémosle hoy y cada vez que podamos, prestémosle dinero a Dios, lo podemos hacer, dándole al pobre y haciendo buenas obras, buenas acciones. Cada Ministro de Dios, Pastor, Capellán, Evangelista, etc., debería tener una lista inmensurable de historias sobre personas a quienes ha ayudado. No pretendo exhortar a nadie, pero si debo decir que es una vergüenza saber de tanto Ministro y Siervo de Dios que se mantiene “Esperando ser servido” en vez de estar sirviendo, “Esperando que les den”, en vez de estar dando. Es tiempo de ocupar nuestro lugar de dador y no de pordioseros… Cuando usted empieza a dar, Dios le confiará mas y mas y empezará a recibir como nunca antes. Compruébelo por usted mismo!

Si gusta podemos hablar más de este, escríbame a mynor1@aol.com, escríbame hoy, estaré esperando su carta

De Pastor a Pastor,

Pastor Mynor A. Vargas, D.D., D.Th.
Consorcio Internacional Shalom.